Tras el rescate de Irlanda, los mercados financieros han puesto en tela de juicio la solvencia de España y Portugal anunciando que pueden ser los siguientes en caer. Nos ha parecido interesante realizar una comparación entre distintas magnitudes económicas para comparar la situación en Irlanda y España y ver a través de los datos cuál es la situación real.

Para ello incorporamos la siguiente tabla elaborada pro GurusBlog con datos publicados por Eurostat.

Riqueza.

De los datos apreciamos que Irlanda es una economía pequeña en relación con España. Sin embargo, se trata de un país más rico, pues así lo atestigua su PIB per cápita en Paridad de Poder Adquisitivo. De otro lado, es significativo que el porcentaje de bajo nivel de educación en España llegue al 49%.

El tamaño de la economía es muy importante en el sentido de comparar las posibles crisis y sus consecuencias para el Euro. Esto es, el rescate de una economía pequeña, como son Irlanda o Grecia, es asumible para los países que forman la unión monetaria. Sin embargo, la economía española presenta un tamaño mucho mayor. De hecho, tras Alemania, Francia e Italia supone la economía más grande la Unión Monetaria, por lo que desde este punto de vista, el conjunto de países europeos no pueden tolerar una crisis de deuda soberana en España, ya que el euro se vería seriamente afectado y las consecuencias acabarían salpicando a las economías alemana y francesa.

Deuda.

Como se aprecia, España e Irlanda no tienen deudas semejantes en ningún caso. El porcentaje de deuda pública española con respecto a su PIB es el menor de la Unión Europea. Por el contrario, el irlandés supera el 64 %,  por encima del 60 % previsto en el pacto de estabilidad. Conviene decir por tanto, que en este sentido la situación española no es preocupante, por más que su déficit se sitúe en el 11 %, en tanto que se están realizando reformas que ayudarán a mitigar este déficit y provocarán que la deuda crezca en menor medida.

Sin embargo, el problema español viene por la vía del desempleo. El estado de bienestar español protege a los desempleados y con una tasa de paro por encima del 20 % se prevé que los recursos públicos destinados a la prestación y al subsidio (recientemente suprimido) van a ser mayores. A esto, hay que sumar el nivel de competitividad de la economía española que está por los suelos a pesar de la constante destrucción de empleo. Esta última variable es indicativa que la situación en la tasa de paro va a ser difícil de mejorar, puesto que en un contexto donde las empresas no tienen beneficios, no van a optar por la creación de puestos de trabajo cuando la mano de obra no es competitiva.

De esta manera, a la vista de la tabla se puede concluir que la situación de España e Irlanda no es comparable. Son economías de diferente tamaño y la exposición del sector financiero irlandés ha sido muy superior al español. De hecho, una de las causas de la deuda soberana irlandesa ha sido el rescate de sus entidades financieras. No obstante, la deuda española es la que más crece y si la tasa de paro no mejora, las sospechas acerca de la solvencia española pueden ir incrementándose. Sería conveniente, que ahora que el BCE va a comprar deuda de los estados miembro España acelerara sus reformas en aras de mejorar el empleo, ya que es esta la principal variable que castiga su deuda y la pone en tela de juicio. Por lo demás, el marco de deuda español no puede ser cuestionado y mejorando el déficit no existiría riesgo alguno sobre la solvencia española.

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Por Luis Javier Calvo Serrano

Soy licenciado en Economía y Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid y decidí comenzar con EcoFinancial porque me pareció una buena oportunidad donde practicar mi afición por la escritura y el análisis de la actualidad.

2 comentarios en «¿España no es Irlanda?»
  1. Creo que señalas dos cuestiones clave:

    1º dices que reduciendo el déficit, la solvencia de España está garantizada. Estoy de acuerdo. Sin embargo creo que no va a ser fácil. Y ello por dos razones: el elevado nivel de desempleo; y la baja competitividad de las empresas, cuestión esta última muy compleja, por no disponer España de instrumentos de política monetaria (una devaluación de la moneda sería suficiente para solucionar este problema).

    2º El BCE parece actuar exclusivamente cuando se ve con la soga al cuello. Se agradecería un poco más de previsión a la hora de adoptar decisiones. Como bien se intuye de tus líneas, su papel será fundamental.

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