Recientemente se ha publicado el informe del comité de expertos encargado por el Gobierno para el desarrollo de una futura reforma del sistema de pensiones. La publicación de este estudio ha generado muchas dudas en la población, ya que se ha asegurado que en contra de lo que viene siendo la tónica habitual (las pensiones se revalorizan cada año de acuerdo al IPC) las pensiones podrían bajar si así lo indica un determinado factor de sostenibilidad.

Para intentar aclarar las dudas que puede suscitar esta posible reforma de las pensiones, vamos a comenzar analizando los dos principales factores que han impulsado su desarrollo:

  • Aspectos demográficos. En este sentido hay que hacer referencia al aumento de la esperanza de vida. En España a comienzos del siglo XX sólo un 35 % de la población llegaba a la edad de jubilación. Sin embargo, en la actualidad dicho porcentaje se ha incrementado hasta el 90 %. Este es sin duda un dato magnífico que denota la mejora de las condiciones de vida de la población. Sin embargo, es un aspecto que se debe tener en cuenta a la hora del sostenimiento de las prestaciones por jubilación. Además, si a esta variable le unimos la circunstancia del envejecimiento de la población (actualmente el 17 % de la población es mayor de 65 y las estimaciones indican que ascenderá hasta el 37 % en 2052), tendremos una variable lo suficientemente significativa para el estudio de una posible reforma del sistema.
  • Aspectos económicos. Tenemos que recordar que el sistema de pensiones responde a un esquema de Pirámide de Ponzi. Bajo dicho diseño las prestaciones de las generaciones mayores son pagadas con las contribuciones que realizan las generaciones activas. Este sistema presenta inconsistencias si existen incrementos significativos en cantidad y duración del desempleo. Por tanto, en una situación de crisis prolongada como la actual el esquema puede hacer aguas y provocar que haya que recurrir a los fondos de reserva.

Estas son las dos principales circunstancias que motivan la reforma del sistema de pensiones expuesta en el documento elaborado por el comité de expertos. Bajo dicho contexto este grupo propone dos factores de sostenibilidad:

  • El primero introduce la esperanza de vida para ajustar la pensión o la edad de jubilación. Como cada  año la esperanza de vida aumenta, para hacer sostenible el sistema la pensión inicial debería ser un poco más baja puesto que la cobraremos durante más años. Esta circunstancia solo afectará a futuros pensionistas
  • El segundo factor  se plantea para garantizar el futuro del sistema y afectará a todas las pensiones, actuales y futuras. Se eliminará la referencia al IPC y el cálculo se realizará a partir de una fórmula que tendrá en cuenta el  número de pensiones, la evolución de los cotizantes y de la cotización media. De esta forma, si la economía presenta una tendencia positiva las pensiones podrán incrementarse y, si por el contrario, la economía se ve afectada por una recesión prolongada, las pensiones podrían descender.

La cuestión a partir de estos datos es ¿se trata de una reforma adecuada? En este sentido, la respuesta tiene que girar en torno a que no se busca atajar los principales defectos del sistema de pensiones. Una reforma seria buscaría eliminar el componente piramidal del sistema que provoca que ante crisis económicas las contribuciones de los cotizantes activos se reduzcan.

De otro lado, tampoco tenemos que olvidar que lo que provoca dudas sobre el sostenimiento de las prestaciones por jubilación es la reducción de los ingresos de la Seguridad Social. Este problema viene provocado por la caída constante de los afiliados y el aumento de la tasa de desempleo. Por tanto, los esfuerzos deberían dirigirse a la creación de empleo, ya que si el paro se reduce a niveles “normales” no habría problemas de financiación.

Por último, existe un componente sorprendente y, es que si el sistema de pensiones presenta fragilidades, no se entiende que el Ejecutivo premie los sistemas de prestación privados. Existe una ventaja fiscal incluida en el IRPF que beneficia a aquellos que dedican una parte de su renta a contribuir en un sistema de plan de pensiones privado. El Gobierno podría dedicar estas cantidades que deja de ingresar al sistema público y contribuir a su financiación.

Con todo, a pesar de que el estudio presenta una novedad científica y técnica relevante como son los factores de sostenibilidad, se puede decir que no es la reforma más adecuada. Se requiere una reforma del sistema en profundidad que busque solventar los problemas demográficos , de financiación y que no resulte un parche que perjudique a los contribuyentes de generaciones pasadas. No parecería lo más adecuado si buscamos un sistema justo y equitativo que asegure la renta de los cotizantes tras una vida de trabajo.

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Por LJ

2 comentarios en «¿Es adecuada la reforma del Sistema de Pensiones?»
  1. Buen articulo! pero difiero contigo en las conclusiones. si no me equivoco desde 2013 todas las prestaciones no contributivas se financian ya con cargo a los PGE. Por otra parte, incluso suponiendo una completa recuperacion economica y una caida brusca en el desempleo la piramide demografica sigue siendo la misma: es una piramide invertida en la que la tendencia es a que el numero de pensionistas seas cada vez mayor y el de cotizantes cada vez menor. la ratio pensionistas/cotizantes viene deteriorandose en los ultimos años hasta el putno de que hoy se situa en niveles casi identicos a los de principio de los 90 cuando se ideo la reforma del Pacto de Toledo. Solo que aun quedan por jubilarse todos los nacidos en el baby boom y desde entonces la natalidad en España no ha hecho mas que bajar. Por otra parte, ya no puede contarse con la inmigracion que en parte ha permitido retrasar una reforma que es lamentablemente ineludible. Es una cuestion demografica. Y sobre los fondos privados de pensiones, el objetivo claramente es fomentar que la gente los contrate como complemento a la pension publica que cobraran en el momento de la jubilacion. La tendencia es a que las prestaciones publicas caigan en terminos reales (salvo que se produzcan incrementos significativos en las cotizaciones, por ejemplo). Creo que de entre todas los incentivos fiscales existentes, este precisamente no deberia ser de los primeros en ser eliminados, porque su finalidad no es mas que complementar el sistema publico de seguridad social para tratar de mantener a traves del secotr privado las pensiones. Hay que asumir que el sistema actualmente no es sostenible y en este escenario, y hasta que se lleve a cabo una reforma radical. tal vez los sistemas privados de pensiones sean una solucion transitoria.

    El problema de la reforma de seguridad social es que es un tema demasiado cargado politicamente, lo que ha hecho que no se hayan tomado medidas hasta que le vemos las orejas al lobo. la piramide poblacional no ha emezado a invertirse ayer. Por ejemplo, el que las pensiones no contributivas se financiaran integramente con cargo a los PGE se pacto ya en 1995 en el primer Pacto de Toledo y no se ha implementado hastas 2013.

    1. Muchas gracias Lara por tu aportación!

      Sobre tus comentarios:

      – Tienes toda la razón en lo que comentas sobre las prestaciones no contributivas. Me he quedado un poco anticuado ;-). Voy a corregirlo.
      – Sobre el problema demográfico comparto lo que dices. Se requiere un rediseño total del sistema de pensiones. Precisamente por eso considero que la utilización de los dos factores de sostenibilidad es un parche para aplazar el problema. Lo que buscaba señalar diciendo que consiguiendo la recuperación económica no haría falta utilizar dicho parche que sólo va a afectar a los contribyentes que pagaron sus cotizaciones correspondientes. No obstante, esta tampoco puede ser la medida estratégica si lo que buscamos es conseguir un sistema saneado y sostenible. No sé cómo de posible sería, pero quizá se podría utilizar un mecanismo análogo al de los sistemas privados. Con las aportaciones de los cotizantes se asegura su pensión futura. Además al establecer una pensión máxima los excedentes se utilizarían como mecanismo redistributivo para compensar a los cotizantes de rentas más bajas. Todo ello requeriría romper de lleno con el sistema actual y pagar las prestaciones de los pensionistas actuales con cargo a los ingresos públicos hasta que el nuevo sistema completamente implantado. Esto de hecho puede ser utópico porque con la situación actual y lo precario de las finanzas públicas podría suponer la puntilla definitiva. En cualquier caso, podría ser una propuesta si las finanzas mejoraran.
      – No comparto que tenga que haber incentivos a los planes privados. Estoy de acuerdo en que pueden ser un complemento, pero creo que afecta a la equidad en los impuestos favorecer a un grupo que decide optar por esta vía frente a otro que decide no hacerlo. En cualquier caso, este es un tema que da para mucho más…
      – Por último, comparto lo que indicas sobre que el problema está cargado políticamente. A ningún gobierno le apetece tocar el tema por miedo a que los pensionistas lo castiguen electoralmente. De hecho, si lo hacen será porque no les queda más remedio.

      Muchas gracias de nuevo por tus comentarios.

      Saludos

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